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8 febrero, 2024
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Los distintos materiales de herreria
Elegir bien el material es la diferencia entre una pieza que dura años y una que da problemas al poco tiempo. En herrería, cada opción tiene resistencia, costo, mantenimiento y estética distintos. Aquí te explico los materiales más usados, sus ventajas y cuándo conviene cada uno.
1) Acero al carbón (A36)
Qué es: El estándar de la herrería. Estructural, rígido y económico.
Dónde conviene: Portones, barandales, pasamanos, pergolados y estructuras en general.
Ventajas:
Alta resistencia mecánica y versatilidad (solda y se pinta muy bien).
Amplia disponibilidad de perfiles (PTR, ángulo, solera, placa, tubo).
Cuidados: Requiere protección anticorrosiva: primario + esmalte, poliuretano o galvanizado. Mantenimiento periódico en exterior.
2) Acero inoxidable (304/316)
Qué es: Aleación con cromo/níquel que resiste la corrosión.
Dónde conviene: Fachadas, barandales expuestos a humedad, cocinas, hospitales; zonas costeras (316).
Ventajas:
Bajo mantenimiento y acabado premium.
Excelente durabilidad en ambientes agresivos (el 316 supera al 304 frente a salinidad).
Cuidados: Limpieza con productos no abrasivos; evita cloruros fuertes. Costo inicial más alto.
3) Aluminio
Qué es: Metal ligero y naturalmente anticorrosivo.
Dónde conviene: Cancelaría ligera, puertas interiores, elementos donde el peso importe (portones de gran claro con automatización).
Ventajas:
Peso bajo = menos carga en herrajes y motores.
Se puede anodizar o pintar (electrostática).
Cuidados: Menor rigidez que el acero; requiere diseños y perfiles acordes para evitar flexiones.
4) Acero galvanizado (protección por zinc)
Qué es: Acero (generalmente al carbón) recubierto de zinc por inmersión en caliente o galvanizado continuo.
Dónde conviene: Exteriores rudos, zonas lluviosas o de mantenimiento difícil (rejas perimetrales, estructuras expuestas).
Ventajas:
Máxima protección contra óxido; vida útil muy larga.
Se puede pintar encima con preparación adecuada.
Cuidados: Considerar tolerancias (el proceso agrega micras), uniones y drenajes para evitar “bolsas” de zinc.
5) Perfiles y espesores (la “letra chica” que importa)
Más allá del tipo de metal, elegir el perfil correcto es clave:
PTR/tubo estructural (cuadrado/rectangular): estética limpia y buena inercia.
Ángulo (L), canal (U/C): útiles para marcos, refuerzos y fijaciones.
Solera/placa: para placas base, orejas de anclaje, remates.
Calibres/espesores: a mayor luz/carga, mayor espesor; evita ahorros que provoquen pandeo o vibración.
6) Herrajes y consumibles (no los subestimes)
Bisagras (reforzadas, con balero), carretillas y riel (portón corredizo), cerraduras, topes y guías de calidad.
Soldadura: SMAW (6011/6013 multiuso, 7018 estructural), MIG/MAG (ER70S-6), TIG para inox.
Anclajes: químicos o mecánicos según sustrato (concreto, tabique, block).
Un buen material con herrajes baratos envejece mal; equilibra ambos.
7) Acabados: estética y protección
Primario + esmalte: económico y correcto si hay mantenimiento.
Poliuretano: mejor resistencia UV y al intemperismo.
Pintura electrostática (powder coat): capa uniforme y dura; excelente en aluminio y acero preparado.
Galvanizado en caliente: protección superior contra corrosión (puede combinarse con pintura: sistema dúplex).
8) ¿Cuál elegir para cada caso?
Portón exterior sin mar: A36 con poliuretano o electrostática; riel y carretillas de buena carga.
Barandal expuesto a humedad: Inox 304 (urbano) o 316 (costa/piscina).
Reja perimetral de bajo mantenimiento: A36 galvanizado (y opcional pintura dúplex).
Estructura ligera con automatización: Aluminio con electrostática; revisar flecha y herrajes adecuados.
Techo ligero/pergolado: A36 con cálculo sencillo de cargas y acabado resistente a UV/lluvia.
9) Costo vs. vida útil
A36 pintado: menor costo inicial, mantenimiento periódico.
Inox/galvanizado: mayor inversión inicial, menor costo de ciclo de vida (ideal si el acceso para mantenimiento es difícil o caro).
No existe un material “mejor para todo”, sino el adecuado para tu entorno, uso y presupuesto. Define exposición (sol/lluvia/mar), carga, estética y frecuencia de mantenimiento. Con esas respuestas, tu herrero podrá recomendar perfiles, espesores, herrajes y acabados que garanticen seguridad, durabilidad y un buen acabado por años.
